Agonías del lenguaje

Rubén Martín Giráldez cree que el castellano es un lenguaje o lenguajo que ya no da más de sí. Los grandes nombres de la literatura española de hoy (?), los que venden mucho y ganan premios amañados, ya no usan el castellano como solían hacerlo o solía hacerse o quizá nunca lo hicieron; de casta a caspa, con el lenguaje y la literatura dejados de la mano de Dios, sólo contribuyen ya talando árboles y ocupando espacio en librerías. Esto no lo digo yo sino Rubén Martín Giráldez, o por lo menos su homónimo narrador de Magistral, el libro en el que un libro llamado Magistral revoluciona el panorama literario gracias a un uso, por fin, ni académico ni acomodado del castellano.

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Ante un lenguaje agotado, exangüe, la única solución es abandonarlo sin mirar atrás. Mudarse a otro lenguaje o crear uno nuevo, mejor que el anterior. Rubén Martín Giráldez el autor construye en su Magistral metalibro una diatriba contra un idioma agónico o más bien contra aquellos que lo utilizan mal y sin ganas, los lectores que les bailan el agua y los editores que no arriesgan, y consigue escapar de la caterva de literatos españoles a la que pertenece por definición y critica con razón, todos esos «[…] individuos aquejados de corrección, libretistas muertos de miedo de hacer una frase que no se entienda a la primera, copistas locos por evitar la menor arruga en la frente de su dios hipnótico, el lector«.

Y esto lo lleva a cabo con la mejor arma de que dispone: un castellano exigente, vasto y juguetón, sobrecargado en ocasiones y envidiablemente iluminador casi siempre, que produce a partes iguales sonrisas cómplices, cabreos y necesidad de consultar el diccionario. Ya saben cuánto me gustan a mí los libros de lenguaje lúdico, rarunos y/o meta: Magistral no es una excepción. Si bien siento que se me escapan muchas cosas, que merecería una relectura más pronto que tarde, la experiencia me ha servido para conocer a un autor interesantísimo y perlas como la que sigue. «Al escritor español de hoy no hay por dónde empezar a matarlo. Hay que tener arrestos para escribir con el lenguaje crudo con el que uno piensa, y si uno piensa en el idioma de los informativos nacionales, quizás es mejor que pierda el tiempo en pérdidas de tiempo de muy otra clase«. Amén.

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[Citas extraídas de «Magistral» de Rubén Martín Giráldez. Ed. Jekyll & Jill, 2016.]

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